Voy hacia tu cuello, le doy una gran lamida desde la base hasta detrás de tu oreja, despacio, dejando un reguero de saliva en él. Sigo hacia tu boca, que me espera medio abierta deseándome, sigo jugando contigo a mi antojo y paso mi lengua por tus labios, tu lengua busca la mía pero la esquivo, cuando ya piensas que no me vas a tener, te doy un gran lametón desde tu barbilla hasta tu boca, metiéndome dentro de ti hasta la campanilla, urgando en ella con mi lengua deseosa de ti.
Me pongo de pié quedando mi sexo a la altura de tu cara, me acerco, veo cómo instintivamente sacas tu lengua para poder llegar a él, no te dejo, me separo, meto mi dedo dentro de mi coño, lo saco empapado, te lo ofrezco y lo devoras, sonrío, estás a mi disposición, lo vuelvo a introducir y me lo llevo a la boca sonriendote con cara de hija de puta.
Sólo con ver que me doy la vuelta poniéndote mi culo en tu cara jadeas, me pides por favor que te suelte, no lo hago, me inclino hacia tu poya dejandote ver mi trasero bien a fondo, paso mi mano por él, me paro en la entrada de mi agujero, hacia arriba hacia abajo, te acerco mi culo, abro bien mis nalgas y te obligo a escupir en él, mi dedo sigue jugando y comienza a entrar poco a poco, haciendo círculos, saliendo un poco y volviendo a entrar, estás malo, poniéndote cachondo como un perro y eso me gusta, me pone.
Agarro tu poya con la mano acercándomela a la boca, lamo esa poya dura como una piedra, gorda y venosa, me gusta, me encanta, mientras, procuro acercar mi culo a tu cara para que disfrutes un poco tu también. A cada lametón tuyo hago yo el mio, vamos a la par, tu te enciendes, yo también, tus embestidas con tu lengua aceleran mi respiración y a la vez mis lamidas, me meto entera tu poya en la boca, hasta la campanilla, dejandome sin respiración y haciendo que salten algunas lágrimas de mis ojos. Agarro la base de tu verga con una mano, haciéndola rotar al subir y bajar, la boca en su punta y mi lengua jugando con ella, envolviéndola, frotándola.
- Menuda hija de puta estás hecha....
- Pues sí
Dicho ésto, me siento de golpe sobre él, subo y bajo a mi ritmo una y otra vez, saltando literalmente sobre tu poya, queriendo meterme esa poya hasta las entrañas.
Pero quiero más, mucho más, empiezo a masturbarme a la vez que esa poya me rompe el culo una y otra vez, estoy como poseída, mis dedos resbalan en mi clítoris chorreante, no puedo parar de saltar, hasta que ya físicamente no puedo más, entonces mi cuerpo se tensa una vez más y con las últimas sentadillas me llega el orgasmo, esa tan bien conocida descarga recorre mi cuerpo entero, pero ésta vez son varias, seguidas y fuertes, me desplomo cuando cesan, dejando mi corazón y mi respiración más acelerados que nunca y pienso....hoy fué mio.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Me interesan tus comentarios tanto para bien como para mal eso me ayudará a mejorar.