viernes, 7 de diciembre de 2012

Siesta caliente

Estaba echado durmiendo la siesta y yo a su lado, acurrucada, también medio dormida, pero yo estaba caliente y con ganas de una buena poya en mi boca. Comencé a tocarlo suavemente por encima de su pantalón vaquero, se movió un poco pero no despertó. Desabroché su cinturón y metí mi mano dentro de sus pantalones, ahí estaba, la agarré a mano llena y me puse a masajearla suavemente, despacio, luego le dediqué un tiempo a su capullo con las yemas de mis dedos, apretando y soltando, no tardó mucho en reaccionar a aquellas caricias y su poya comenzó a crecer y a ponerse a cada toque más y más gorda, dura y cómo no apetecible.

El despertó y mirándome sorprendido y a la vez excitado me dijo:

- No pares, sigue por favor.

Me puse encima de él y terminé de quitarle los pantalones dedicándole la más tierna y agradecida sonrisa. Me incliné de nuevo sobre su poya para terminar lo que había empezado.




Sonriéndole pícaramente pasé mi lengua por mi mano para lubricarla y le pajeé unas cuantas veces, primero suave y lento, mirando su poya ya en todo su esplendor, una poya de un tamaño perfecto en longitud y en grosor, y para terminar de ser perfecta en dureza, cambiaba el ritmo de vez en cuando a más rápido y fuerte. Me paraba de vez en cuando a admirarla, apretándola en su base y dándole de vez en cuando un buen lametazo lento. Me entretenía en su cabeza para dedicarle unas sacudidas rápidas de mi lengua por toda ella girándome para llegar a todas partes, para meterla en todos sus pliegues.

Subí mi mirada hacia´él, mis ojos se encontraron con los suyos, sonreía y a la vez se mordía la lengua, siempre lo hace, podía sentir cómo estaba conteniéndose, de vez en cuando resoplaba y me decía que le gustaba y yo le contestaba que a mi también. Me encanta su poya!! sobre todo cuando crece en mi boca al ritmo de mis chupetadas y lametones.

Seguí acariciándole con mi lengua, lenguetazos largos y lentos, otros cortos y rápidos, o con mi mano arriba y abajo lentamente o rápidamente, cuando era lento aprovechaba a metérmela en la boca agarrarla con mis labios y succionarla  para luego soltarla de sopetón haciendo un pequeño ruido de "pop" y seguidamente volver a mi boca,
Mientras la tenia en mi mano aproveché para bajar un poco a sus testículos y lamerlos, metiéndome uno en la boca y acariciarlo a la vez con la lengua sin parar de mover mi mano. Seguía bufando , le gustaba, y yo cada vez estaba más mojada con sólo tocarlo a él, me estaba poniendo supercachonda y decidí darle estopa.
Mirándolo fijamente, agarrando su poya firmemente comencé a darle rápido y fuerte diciéndole:
- Córrete para mí ....

Inmediatamente me volví a inclinar y en un sin cesar saboreé de nuevo toda su poya, por arriba por abajo retorciendo mi lengua por toda ella, mi saliva la cubría entera aún así , escupí sobre ella y me dediqué totalmente a pajearle entreabriendo mi boca y sacando mi lengua para dejarla cerca de su poya, sonriendole, dejándole ver todo el brillo de alrededor de mis labios. No tardó mucho en dejarse llevar, gritando sin dejar de mirarme, viendo como mis labios y mi lengua buscaban su semen y limpiaban su poya.
Me acercó a él , me agarró por el cuello y me dedicó un besazo limpiando todo el interior de mi boca , hasta la garganta para saborear él también .

- Buenísima mamada.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Me interesan tus comentarios tanto para bien como para mal eso me ayudará a mejorar.