Local Liberal. (Parte I)

Esa mañna me levanté ya pensando en sexo, tenia el cuerpo con ganas de marcha y nadie me lo prohibiría. Lo primero que hice fué ponerme en contacto con mi chico, un morenazo del quince que me vuelve loca y hace que me suba un cosquilleo desde mi coñito hasta mi pecho a cada mirada suya. Le dije que queria un día especial, tenia que llevarme a un local liberal de nuestra ciudad que habia encontrado por internet, así que él accedió, siempre está dispuesto...

Llegamos allí un poco nerviosos y un mucho excitados, ya que ninguno de los dos habia estado nunca en uno de estos locales. Nos acercamos a la barra y pedimos unas copas para entonar. Habia varias parejas en la barra tomándose algo también, otras caminaban por el local mirando, supongo, a quién entrarle, y luego una chica con dos chicos que parecía que se lo estaban pasando muy bien  entre besos y caricias. De lo demás que nos imaginabamos no vimos nada aunque habia varias puertas que llevarían a otras salas más "calientes".
Nos mirábamos y nos entraba una risa floja de nerviosismo y excitación, sin darnos cuenta nuestras copas se habian evaporado de los vasos y decidimos tomarnos otra. Comenzaron a llegar más parejas y chicos solos y los sillones de alrededor ya estaban ocupados todos y gente en acción.
No sé si por la excitación o por las copas ya tomadas, nos empezamos a besar y a acariciar , una pareja se nos acercó y comenzamos a hablar con ellos, la conversación fué subiendo de tono hasta que el otro chico se atrevió a desafiarme a que bailase yo sola en medio de todo el mundo, sonaba una música suave , muy sensual y yo ni corta ni perezosa me subí a la barra ante el asombro de ellos tres y de toda la gente que allí se encontraba.
Llevaba un vestido ajustado bastante corto que al contonear mi cuerpo se me iba subiendo poco a poco dejando ver el final de mis muslos, sin pensarlo dos veces comencé a subirmelo y sacándolo por la cabeza se lo tiré a mi chico dejándolo ya con la boca abierta. Debajo tenia otro vestido de red negro que se suponia iba a ser la sorpresa para él esa noche, aunque no pensé en ningún momento que seria en un sitio como ese. Pues allí estaba yo subida, excitada como la que más , con mi sorpresa y un tanguita negro, contoneándome y calentando al personal.
Comencé a tocarme suavemente, a pasar mis manos por mis tetas y a través de la red a pellizcar mis pezones que a esas alturas estaban ya bien duros, miré a la chica que se encontraba con nosotros antes y le tendí la mano para que subiera conmigo a la barra y así lo hizo sin pensarselo dos veces. Se colocó detrás de mi y pegando su cuerpo al mio se unió al baile siguiendo mi ritmo. Pasó un brazo por mi cintura y con la otra mano acariciaba mi cuerpo de arriba a abajo lentamente, mirandome, no prestábamos atención alguna ninguna de las dos a la congregación de gente que habia ya en la barra mirandonos.
Pasé mi brazo por encima de mi cuello agarrando el suyo y acercándola a mi, saqué mi lengua despacio y ella me imitó, juntamos la puntita de nuestras lenguas mirandonos y sonriendonos, nos estabamos poniendo cachondas como perras, entonces ella comenzó a bajar su mano desde mi cuello hacia mis pechos y abdomen, se detuvo un momento allí y continuó hacia mi tanga. Pasaba su mano por encima haciendo circulos, jugando con mi clítoris una y otra vez, en todo ese tiempo no dejamos de mirarnos.

                               (continuará)